La selva amazónica es un ecosistema natural caracterizado por su amplia extensión de bosque tropical, donde se alberga la mayor biodiversidad de flora y fauna en el mundo, facultada por el acceso abundante a la luz solar y exuberantes lluvias en la extensión de su territorio. Este bioma juega un papel crucial en la regulación del clima global y en la estabilidad del planeta.
La Amazonía y sus servicios ecosistémicos a escala continental y global
Hoy en día es muy frecuente escuchar a cerca del papel de la Amazonía como “el pulmón del mundo” y no es para menos, puesto que la gran variedad de árboles allí presentes tiene la capacidad de absorber el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y liberar oxígeno limpio a través de su proceso de fotosíntesis.
Sin embargo, este no es el único servicio ecosistémico que provee la selva amazónica a escala continental, también existen otros fenómenos naturales sorprendentes que a menudo pasan desapercibidos para muchos. Recientemente, diversas investigaciones han revelado que este tipo de bioma, actúa como una gigantesca bomba de vapor de agua o humedad de la cual dependen las lluvias de diversas regiones de América y de otras partes del mundo, lo que se conoce hoy en día como “ríos voladores” que son flujos masivos de agua en forma de nubes que viajan, impulsados por los vientos, sobre la plataforma continental a altas velocidades en la atmósfera, para luego precipitarse sobre la superficie terrestre completando el ciclo hidrológico.
Amenazas del bioma Amazónico
Los beneficios climáticos que la selva amazónica nos ofrece se encuentran en permanente amenaza debido a diversas causas de origen natural y antrópico en la extensión de los nueve países en los cuales se encuentra ubicada: Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil, Guyana Francesa, Guyana, Ecuador y Surinam.
Principalmente los incendios forestales, la expansión acelerada de la frontera agrícola y ganadera, la minería legal e ilegal y el narcotráfico, son las principales causas de deforestación y degradación forestal que alertan sobre los desequilibrios naturales que estas acciones pueden generar pues no solo libera grandes cantidades de carbono almacenado en los árboles, sino que también destruye hábitats críticos para innumerables especies.
Oportunidades de los proyectos REDD+
Los proyectos REDD+ representan una pieza fundamental en la lucha contra el cambio climático al abordar directamente una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero: la deforestación y la degradación forestal. Al conservar y gestionar de manera sostenible los bosques, estos proyectos no solo ayudan a reducir las emisiones de carbono, sino que también contribuyen a preservar la biodiversidad, mantener los servicios ecosistémicos vitales y brindar oportunidades económicas sostenibles a las comunidades locales. Además, al ser parte de los compromisos climáticos internacionales, los proyectos REDD+ juegan un papel esencial en la construcción de un futuro más resiliente y sostenible para nuestro planeta, donde la protección de los bosques es fundamental para garantizar un clima estable y saludable para las generaciones presentes y futuras.
Por Juan Camilo Pita
Ingeniero Ambiental, Human Forest.
Fuentes:
¿Por qué importa la Amazonía? WWF (2022). Disponible en https://wwf.panda.org/es/dondetrabajamos/amazonia/importancia/
Destrucción del Amazonas: las principales amenazas para la mayor selva tropical del mundo en los 9 países que la comparten (2020). Disponible en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51377234
Durigan, G., & Honda, E. A. (2024). Ecological restoration and water‐related ecosystem services, one step ahead: a reply to Dib et al. (2023). Restoration Ecology, 1. https://doi-org.ezproxy.umng.edu.co/10.1111/rec.14113